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Suiza está violando los derechos humanos de las mujeres mayores

KlimaSeniorinnen, una asociación formada por 2.500 mujeres en edad de jubilación, emprendió en 2016 una batalla legal contra las autoridades suizas por las consecuencias que tienen para su salud las olas de calor “cada vez más frecuentes e intensas”.

Después de ocho años de lucha consiguieron un dictamen histórico en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos

Se determinó que los esfuerzos del país para cumplir sus objetivos de reducción de emisiones habían sido inadecuados, tras ocho años de lucha contra la política climática suiza, lograron que el Tribunal condene por primera vez a un Estado por no tomar medidas contra el cambio climático. Después de estudiar la sentencia a su favor, las activistas descendían la gran escalinata del tribunal sonrientes, ataviadas con pañuelos morados y azules, entre aplausos. “Este fallo no es solo una victoria para nosotras, las mayores por el clima. Nuestra victoria es una victoria para todas las generaciones”, dijo Rosmarie Wydler-Wälti, copresidenta de KlimaSeniorinnen.



Además también es la primera vez en que la poderosa corte se pronuncia sobre el calentamiento global.

La importancia de esta decisión judicial es que es vinculante y puede influir en la normativa de 46 países y territorios de Europa. “El proyecto partió de Greenpeace y empezamos cinco mujeres que ni siquiera nos conocíamos”, explican. A partir de ahí, la iniciativa fue adquiriendo peso. Cuando fundaron la asociación, en agosto de 2016, eran 150 y en la actualidad llegan a las 2.600 socias, todas mujeres y todas mayores de 64 años.

Otra de las integrantes de la asociación, Elisabeth Stern, de 76 años, contó a la BBC que creció en una granja y fue testigo de cómo cambió el clima en Suiza desde que era niña. “Estadísticamente sabemos que dentro de 10 años habremos desaparecido. Así que lo que hagamos ahora no lo hacemos por nosotras, sino por el bien de nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos”, dijo.


La organización hace especial hincapié en el efecto de las olas de calor. “Las mujeres mayores sufrimos especialmente las consecuencias del calentamiento global. El cambio climático, con sus olas de calor cada vez más frecuentes e intensas, pone en peligro la vida de las personas mayores, especialmente las mujeres”, dice la asociación. “Esto lo experimentamos personalmente y lo confirman numerosos estudios y cifras federales. Durante las olas de calor, tenemos un riesgo significativamente mayor de muerte y deterioro de la salud en comparación con la población general”.


El recorrido hasta llegar a Estrasburgo fue largo. En 2016, la asociación acusó a las autoridades suizas de aplicar una política climática inadecuada y pedir medidas para cumplir el objetivo fijado por el Acuerdo de París. El Tribunal Administrativo Federal y, posteriormente, el Tribunal Supremo Federal, máxima autoridad jurídica del país, desestimaron los recursos, el último de ellos al considerar que las demandantes no se habían visto afectadas de forma suficiente y directa por los incumplimientos que alegaban.

En noviembre de 2020, con el apoyo de Greenpeace Suiza, recurrieron al TEDH, que aceptó el caso. El hecho de que el tribunal celebrara en marzo de 2023, por primera vez en su historia, una audiencia pública sobre un caso sobre cambio climático despertó esperanzas, pero pocas podían imaginar una sentencia como la de este martes, en la que los jueces concluyen que Suiza violó sus obligaciones en virtud del Convenio Europea de Derechos Humanos, en concreto, el derecho a un proceso judicial justo y el derecho al respeto a la vida privada y familiar, el artículo 8, que a juicio de la Corte engloba el “derecho de las personas a una protección eficaz por parte de las autoridades estatales frente a los graves efectos adversos del cambio climático en sus vidas, su salud, su bienestar y su calidad de vida”.

“Después de que los tribunales suizos no nos escucharan, el TEDH lo ha confirmado: la protección del clima es un derecho humano”, dijo Anne Mahrer. “Estoy abrumada y muy orgullosa de que después de años de intenso trabajo, las personas mayores finalmente hayan logrado sus derechos. Es un momento indescriptible”, señaló Cordelia Bähr, abogada de KlimaSeniorinnen. “No se puede subestimar la importancia de esta decisión. Será de gran importancia para futuras demandas climáticas contra Estados y empresas de todo el mundo y aumentará sus posibilidades de éxito”. Otra abogada de la asociación, Ursula Brunner, falleció en 2019.

El fallo de este martes fue interpretado como un rayo de esperanza, ya que el TEDH derribó otras dos demandas relacionadas con el cambio climático, una del que fue alcalde ecologista de la localidad francesa de Grande Synthe, que reclamó a su país una reducción de las emisiones de CO2 para evitar la subida del nivel del mar, y otra más mediática, presentada por seis jóvenes portuguesas contra 32 países europeos, entre ellos España, a los que reprochaban su responsabilidad en el calentamiento global y en las consecuencias para sus vidas. “La presencia de los jóvenes en la sala mostró a los jueces la cara de los derechos humanos del futuro”, dijo Rosmarie Wydler-Wälti.

Una de las demandantes de ese caso era Sofia Oliveira, de 19 años. “Realmente esperaba que ganáramos contra todos los países, así que obviamente estoy muy decepcionada de que no haya sido así”, ha dicho tras la decisión del tribunal. “Pero lo más importante es que el tribunal ha dicho en el caso de las mujeres suizas que los gobiernos deben reducir más sus emisiones para proteger los derechos humanos. Así que creo que su victoria es también una victoria para nosotros y para todos”. En la misma línea, Ruth Delbaere, directora de campañas legales de la organización Avaaz, aseguró que estas “heroicas mujeres de la tercera edad” abrieron “un nuevo capítulo en los litigios climáticos, demostrando cómo los ciudadanos de a pie pueden obligar a los gobiernos reticentes a tomar medidas climáticas”.



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