Durante mucho tiempo, Suecia fue un modelo en educación digital. Ahora, la ministra de Educación advierte: "¡necesitamos que los libros vuelvan a las escuelas!". La razón: la digitalización de las aulas reduce en muchos casos el rendimiento escolar.
En las últimas semanas se dio a conocer que Suecia decidía dar marcha atrás a su plan de digitalización en las escuelas. La razón de destinar 60 millones de euros en el 2024 y de 50 millones en el 2025 para otorgar un texto a cada estudiante por asignatura se basó en un retroceso en los resultados del informe PIRLS 2021 que se realizó a estudiantes de cuarto de primaria. La próxima evaluación será en el 2026.
La ministra de educación sueca, Lotta Edholm, anunció el 15 de mayo que una gran cantidad de los fondos estatales se destinarían a redireccionar sus políticas educativas para volver a utilizar libros de papel (y no pantallas) en escuelas. La medida se tomó luego de que se dieran a conocer los resultados de las pruebas internacionales PIRLS, que evalúan la comprensión lectora de estudiantes de primaria. Si bien los suecos mantuvieron un puesto bastante alto y superan en puntaje al promedio de la Unión Europea, están por debajo de los resultados alcanzados en la prueba anterior.
Suecia, un país de 10 millones de habitantes, obtuvo una puntuación de 544, 11 puntos menos que en la anterior evaluación, de 2016. “El informe Pirls es una señal de que tenemos una crisis de lectura en las escuelas suecas. En el futuro, el Gobierno quiere ver más libros de texto y menos tiempo de pantalla en la escuela”, ha defendido la ministra de Educación, Lotta Edholm, del ejecutivo conservador de Ulf Kristersson.
El hecho de que Suecia, que fue pionera en la digitalización de las aulas, eche el freno ahora y decida no invertir más en tecnología y poner el énfasis en el papel plantea el interrogante de si es el comienzo de un cambio de tendencia generalizado en toda Europa.
La decisión del gobierno sueco ha generado un debate sobre los beneficios y desventajas de la tecnología en la educación. Algunos especialistas argumentan que no es una cuestión de soportes (libros o pantallas), sino de propuestas de enseñanza. Lo importante es qué tipo de actividades se proponen a los alumnos y cómo se procesa y transforma la información en conocimiento.
Es cierto que las tecnologías digitales pueden ser herramientas poderosas para el aprendizaje, siempre y cuando se utilicen de manera significativa. Sin embargo, también pueden ser una distracción si no se utilizan de manera adecuada. Por lo tanto, es importante que los docentes diseñen actividades que fomenten la comprensión lectora y el pensamiento crítico, independientemente del soporte utilizado.
Además de reintroducir los libros de texto, el gobierno sueco también ha expresado su interés en fomentar la escritura a mano. En la era digital, cada vez es menos común ver a los estudiantes escribir a mano, ya que la mayoría de las tareas se realizan en computadoras o tabletas. Sin embargo, varios estudios han demostrado que la escritura a mano tiene beneficios para el desarrollo cognitivo y la retención de información.
La escritura a mano estimula la actividad cerebral y mejora la memoria a largo plazo. Además, ayuda a los estudiantes a organizar sus pensamientos y expresarse de manera más clara y coherente. Por esta razón, el gobierno sueco ha decidido promover la escritura a mano en las escuelas y proporcionar recursos adecuados.
Los alumnos de Suecia están volviendo a escribir a mano y los libros de texto están regresando a las aulas. Esta decisión del gobierno sueco ha generado un debate sobre los beneficios y desventajas de la tecnología en la educación. Si bien las tecnologías digitales pueden ser herramientas poderosas, es importante utilizarlas de manera significativa y complementarlas con otras formas de aprendizaje, como la escritura a mano. El objetivo final es brindar a los estudiantes las mejores oportunidades de aprendizaje y desarrollo.
video: LibertadDigital
An essay on tuberculosis should delve into both the medical and social implications of the disease. Start by exploring its history and the factors contributing to its resurgence in recent years. Include information on the latest research and advancements in treatment, as well as the importance of vaccination and awareness campaigns. A comprehensive approach will not only inform your readers but also emphasize the need for continued vigilance against tuberculosis.