Es doctor en Ciencias Políticas recibido en la Universidad de San Pablo y trabaja como investigador en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Realizó varios estudios sobre la consolidación de un nuevo tipo de derecha, y #Desmalezando conversó con él para profundizar sobre la actualidad de este fenómeno global y analizar su incidencia y proyección en nuestro país.
“Lo primero es comprender que este avance de las derechas es un asunto global, y no cometer el error de enmarcarlo en algo muy propio o parroquial de lo que ocurre en nuestro país. Es un fenómeno global porque lo vemos en América del Norte, lo vemos en Europa, lo vemos en Asia e incluso en algunos países africanos. Es un avance preocupante porque es una derecha que viene a poner en cuestión la idea de una democracia liberal y pluralista. Una democracia que, a quienes pertenecemos al campo de la izquierda, siempre nos parece demasiado poco”. Explica Sergio que el dilema se presenta cuando “ese poco” es impugnado desde la vereda opuesta, porque ahí corresponde a los sectores más de izquierda o progresistas elaborar una respuesta: “Hay dos caminos: o sobrecargás la democracia incorporando tu crítica, remarcando que no es suficiente, o la defendés frente a una derecha que se muestra reaccionaria y anti pluralista”.
Expresa que no se trata de una derecha que se presente como golpista ni como revolucionaria, sino de una que se vale de las herramientas de esta democracia liberal, para socavar los cimientos que la sostienen: “Se puede ser crítico de esta democracia liberal, y es saludable que así sea, pero aceptando que es el sistema político que nos sigue permitiendo un cierto margen de convivencia y de vida en común. Es responsabilidad de todos, defenderla frente a quienes la quieren impugnar”.
El investigador del CONICET describe el avance de estas derechas como transversal y acelerado y ve con preocupación cómo el campo de las izquierdas está practicando la lógica inversa: “En lugar de tender puentes y trabar relaciones en un plano internacional, como la derecha, tiende a achicarse, confrontando en términos nacionales o particulares”. Sergio insiste en la necesidad de abordar el fenómeno como una expresión global, pero también observa cómo se manifiesta en nuestro país, enfatizando que son espacios que cabalgan al ritmo de la frustración acumulada en amplios sectores de la juventud: “Ellos no tienen un registro anterior al kirchnerismo. Su vida política consciente probablemente comienza con el declive del gobierno de Cristina y continúa con la experiencia del macrismo. El Frente de Todos no estuvo a la altura de sus promesas, y reconfirmó la frustración de una juventud que ahora reacciona”.
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