El empresario Pyme estuvo en #NoticiasDeAyer y defendió el cónclave con la CGT, y se diferenció de las otras entidades empresariales que reclaman baja de impuestos y autorización para despedir. “Pedimos que el Estado nos ayude financiando las cargas patronales. Pensar que podemos pagar recomposición con las fábricas cerradas o al 30% es una locura”, sentenció.
La Confederación General Económica (CGE), histórica institución creada durante el gobierno de Juan Domingo Perón, fue recuperada y desempolvada hace un mes aproximadamente en un cónclave de CGERA (Confederación General Empresaria de la República Argentina) y CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa). De ese mitín, participó el histórico dirigente industrial, Marcelo Fernández, quien reivindica a José Ver Gelbard a cada minuto y destaca la búsqueda de consensos que empezó a gestarse entre empresarios y recientemente incluyó a la CGT:
“Estamos en búsqueda de acuerdos, de puntos en común, de unidad y en la defensa del salario que es el motor del mercado interno”, subrayó. Sin embargo, no dejó de aclarar que en las condiciones actuales, el pago de un bono o de una recomposición por decreto es impagable para la pequeña y mediana empresa: “Diciembre es un mes donde pagamos sueldo, vacaciones y medio aguinaldo. Son como dos sueldos y medio, ¿quién cree que podemos pagar alegremente con fábricas cerradas y otras al 30%”, advirtió.
En ese sentido, planteó las tres o cuatro variantes para poder lograr la ansiada suba salarial a los/as trabajadores/as: “Son tres o cuatro cosas muy lógicas: administración del comercio interior para que se consuma lo que producimos, sino es un negocio ‘búlgaro’. Que la AFIP nos saque el pie de encima, con tasas del 60% y recesión, nos embarga y nos aprieta con deudas sin plazo alguno. Y finalmente, que el Estado nos ayude a financiar las cargas patronales, con eso, nos empezamos a levantar, y todo vuelve al fisco con Impuesto al Cheque, Ganancias y otros tributos”, explicó.
El ex Diputado Nacional por la Prov. De Bs. As, cuestionó la política de libre comercio al analizar la decisión de Trump sobre los aranceles al acero argentino y brasileño, recurriendo a un ejemplo histórico: “Nosotros no aprendemos, hace décadas debatimos entre Campo-Industria, cuando un tipo que no terminó la primaria como Gelbard, supo decir que ‘en cada lugar donde haya un recurso natural, hay que poner una industria que le agregue valor’. Las exportaciones argentinas rondan los U$$400, cuando las de países desarrollados están en el orden de los 1.600”.
Finalmente, y en relación al reclamo de un sector del empresariado a Alberto Fernández sobre la baja de impuestos y el avance por sectores de la reforma laboral, el Presidente de CGERA, se diferenció: “Claro que hay que discutir impuestos distorsivos como el del Cheque o Ingresos Brutos, son regresivos incluso, y toda la vida convivimos con ellos, pero a nadie le sirve baja de impuestos con fábricas cerradas. Acá necesitamos, producción, trabajo y consumo, y las Pymes lo sabemos, porque vendemos zapatillas, carteras, juguetes, camperas, y cosas que se compran acá. El modelo que piden la UIA y AEA de apertura indiscriminada nos llevó a esto, nosotros decimos que hace falta otra cosa. No hay más tiempo para especular, Argentina debe definir un rumbo de acá a 20 años, y debe ser ahora”.
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