El miembro de la Asociación de Abogados Laboralistas pasó por #AnocheceEnBuenosAires para hablar de justicia y trabajo. Y advirtió sobre los problemas estructurales del teletrabajo: “El 50% de las familias argentinas o no tenían o tenían mal Internet antes de que arranque la pandemia”.
En relación al funcionamiento de la justicia durante la pandemia, el abogado laboralista dio su parecer: “No podemos obviar que hubo una feria judicial que eso afecta siempre, a los laboralistas que defendemos los derechos de trabajadores y los sindicatos, por ejemplo”. Para Piasek, muchos de los problemas que la Justicia acarrea son muy estructurales: “El Poder Judicial tiene muchos déficits, estado edilicio, falta de jueces, personal, ausencia de tecnología que permita adaptación. He visto audiencias de jueces por zoom, cuando se quiere, se puede”. Y agregó: “La Justicia ni siquiera ha usado el fondo anticíclico que tiene, son miles de millones de pesos. En su momento lo iba a administrar el Consejo de la Magistratura, pero hoy lo mueve la Corte. Nosotros reclamamos por esto, fue una derrota. Y no se usa porque está para una situación de emergencia, ¿si esto no es una emergencia qué lo es?”.
Ley Antidespidos y balances
“En Argentina se dio algo inédito: en el caso de que se produjeran los despidos y las suspensiones, estas carecían de validez. Si bien ocurrieron, y muchas, no fueron pocos los trabajadores que han pedido acceder a la justicia laboral, tenemos una cantidad de sentencias que declaran la nulidad de estas medidas, y ordenan a las empresas o a reinsertar al trabajador o a devolverle la diferencia salarial del tiempo de la suspensión”, sentenció el jurista.
El aprovechamiento de empresas privadas ante esta situación excepcional se ha visto por demás, y en relación a eso, Piasek observó los problemas de implementación del ATP: “Las ATP se pagan de forma directa, entonces es difícil que se desvíen. Pero muchas empresas no han pagado el otro 50%, incluso en los casos en los que se dio la rebaja pactada por la UIA-CGT de hasta el 25%. Esto en algunos casos roza lo confiscatorio, en el caso de los trabajadores y trabajadoras, confisca el salario”.
Además, repasó los números de la crisis: “Se han perdido 3.757.000 puestos de trabajo. De estos la gran mayoría, son asalariados informales, y más de 1.700.000 son por cuenta propia o autónomos. Además, hay 600.000 empleados y empleadas de casas particulares mal llamados/as domésticas, 400.000 trabajos de construcción, y 300.000 de restaurantes y hoteles”. Y en relación a los conflictos actuales, añadió: “Hoy tenemos conflictos en el sector aeronáutico con despidos en Avianca, Fly Bondi. A los sindicatos, la pandemia les ha restringido muchísimo el derecho a huelga, los mecanismos de protesta”.
Teletrabajo, el futuro llegó
Piasek analizó la implementación de la nueva modalidad laboral que se expandió con la pandemia: “Los avances tecnológicos han sido un tema siempre para los trabajadores. No se trata de destruir máquinas, esto irrumpió de manera terrible, y sabemos hoy que el 50% de las familias no tenían Internet o el que tenían era muy malo, antes de la pandemia. Muchos hogares no están preparados para esto, también están los deberes de cuidado de menores y ancianos no son menores. Con la ley de teletrabajo, se reguló esto. Muchos sindicatos comenzaron a debatir con las cámaras empresariales sobre esto en el marco de la negociación colectiva”. Y cerró: “Acá hay que marcar la cancha, el teletrabajo no es una fantasía, estar en tu casa trabajando en pijama. Hay que delimitar como se trabaja, quien paga la electricidad, la tecnología, el Internet, una PC hoy sale $100.000. Necesitamos profundizar el derecho a la desconexión, esto está causando problemas de salud. El gran peligro que esconde esto, es el sueño del capital: pasar de la dependencia del trabajo registrado al gran verso del trabajo independiente y autónomo sin derechos, regulaciones ni protección. Tenemos que evitarlo”.
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