En una entrevista reciente con #Desmalezando la politóloga Sabrina Morán nos brindó una reflexión profunda sobre el vínculo, a menudo confuso, entre los conceptos de democracia y república. La charla, basada en uno de sus últimos artículos titulado "Viva la libertad, Carajo!", sirvió de marco para un análisis histórico y conceptual que toca tanto el pasado de la Argentina como su actualidad política.
Morán inició aclarando un tema central de su obra: la distinción entre democracia y república. Para ella, ambos términos han sido erróneamente utilizados como sinónimos, cuando en realidad nombran cosas distintas. “La transición democrática generó una sinonimia entre república y democracia que no existía antes. La Argentina se volvió democrática a pesar del espíritu de su Constitución original, que solo la describe como republicana y federal, no como democrática”, comentó Morán, marcando el inicio de una disquisición que atravesó siglos de historia política argentina.
Uno de los puntos destacados de la conversación fue la explicación de cómo la república surgió como el formato organizativo opuesto a la monarquía tras la Revolución de Mayo, pero sin estar necesariamente vinculada a la democracia. La idea de soberanía popular y participación ampliada, hoy inseparable de lo democrático, no formaba parte de la concepción inicial de república. Morán remarcó: “El gobierno representativo, tal como lo entendemos hoy, con elecciones y sufragio universal, no era la idea original; eran instituciones separadas en el siglo XIX”.
A lo largo de la entrevista, se dejó entrever cómo estos conceptos no solo fueron motivo de debate en los albores de la nación, sino que aún hoy resuenan en la política argentina, especialmente en contextos de polarización. Morán fue clara al afirmar: “Cada vez que nos encontramos en un contexto crítico como el actual, se deja ver que no hay tanto consenso sobre qué es la república argentina como forma política”.
Sobre este tema, la politóloga también expresó su preocupación por el uso contemporáneo del término "libertad", especialmente en el discurso político de los sectores libertarios: “Lo paradójico es que en nombre de la libertad se proponen medidas que podrían llevarnos a un autoritarismo. Se ha desdibujado el sentido de la libertad, presentándose como algo abstracto, individualista, y desconectado del lazo social”. Para ella, la libertad no puede entenderse fuera del contexto de igualdad y derechos garantizados por el Estado, y este es precisamente el riesgo que advierte en el crecimiento de ideologías que privilegian el individualismo extremo.
En la recta final de la entrevista, la conversación giró hacia los desafíos actuales de la democracia en Argentina. Morán resaltó cómo, tras la caída de la dictadura, la democracia fue vista como una solución a todos los problemas. Recordando una frase icónica del expresidente Raúl Alfonsín, mencionó: “Con la democracia se cura, se come, se educa”. Sin embargo, la politóloga reflexionó sobre las expectativas no cumplidas de esos primeros años, y cómo con el tiempo la ciudadanía ha perdido confianza en ese sistema: “Parece que la democracia ya no es suficiente para muchas personas, y eso es preocupante”.
En síntesis, Sabrina Morán nos invita a repensar profundamente el significado de conceptos que utilizamos de manera cotidiana. Su análisis, que fusiona teoría política con un enfoque crítico de la realidad argentina, deja en claro que tanto la república como la democracia son estructuras vivas, en constante tensión, y que el sentido que les demos en el presente moldeará el futuro del país.
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