La bailarina que ha sido miembro de diversos espectáculos populares en vivo, como Tango Pasion, Corporación Tangos y Tanguera, el Musical, Melina Sol Greco, pasó por #VentanaVirtual y comentó cuáles son sus expectativas con el reestreno de “Un Estreno o Un Velorio” en el Teatro Broadway.
“Cambió mucho la industria en todo lo que estamos viviendo y nos toca transformarnos casi obligadamente y en eso estamos. Por suerte, yo estoy terminando la temporada con Flavio Mendoza y Raúl Lavie en el Teatro Broadway y después iniciamos una pequeña gira por el interior. Estoy contenta porque a pesar de todas las dificultades estamos pudiendo subirnos al escenario, hacer nuestro pequeño momento de tango que hacemos junto a Raul Lavie y Leo Luizaga que bailamos “El día que me quiera” en la obra de Flavio Mendoza que es una comedia, pero, como toda comedia, tiene su momento de baile y afortunadamente ese momento de baile es tango. Así que eso es lo que vamos a estar haciendo las próximas semanas en el Teatro Broadway y en el interior”.
“La conexión con la gente es diferente hoy y también creo que es el deseo de compartir, de estar cerca a pesar de todo y creo que eso se manifiesta en la reacción del público, en el aplauso, en las pequeñas charlas que tenemos con la calle con la gente. Creo que la gente está necesitando, además de olvidarse de este contexto tan trágico, necesita del reírse que es eso algo bueno que tiene nuestra obra. Es una comedia en donde Flavio Mendoza se animó a satirizarse a él mismo. Ahora estamos cerrando este ciclo y viendo lo que se viene que mucho no puedo contar, pero ya se está trabajando en algo nuevo”
“Al tango se le debe desde la Argentina un prime-time en la televisión de aire que tenga contenido de nuestro patrimonio, creo que se le debe un influencer que sea verdaderamente tanguero, pero el tango no llega a ese lugar; y afuera hay otro nivel de recibimiento para las compañías, hay otro lugar para las milongas o para todo el movimiento de los festivales que pasa sobretodo en Europa, pero también en Estados Unidos y en Asia, y acá no pasa nada con eso. Yo creo que tiene que ver un poco por las políticas de Estado y también la construcción que se va haciendo con la sociedad. De alguna manera, pensamos que el tango está en un lugar más ponderado en nuestros imaginarios colectivos”.
“La industria es difícil y competitiva. Es un mundo difícil y hay que entender que no se tiene que bajar los brazos y hay que confiar en el producto que tiene uno, más allá de lo que digan dependiendo de las modas. El tango no deja de ser una danza popular, social y que, como tal, no le va a cerrar la puerta en la cara a nadie, la danza en si es para todos y creer en lo que uno hace creo que es lo más inteligente que uno puede hacer para seguir generando, bailando y creando”.
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Redacción: Paula Serricchio
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