El politólogo, activista afro-argentino y Presidente de “DIAFAR” (Diáspora Africana de la Argentina) pasó por #Desmalezando y habló sobre racismo y política: “Si el crimen de Fernando Báez Sosa en Gesell no es racismo, entonces estamos equivocando el análisis”.
Las mayores deconstrucciones implican un trabajo muy profundo. Y la del “Mito de la Argentina blanca”, implica eso y más. Para Federico Pita, “eso es constitutivo de nuestra realidad, por eso se habló de la París de Sudamérica, como si allí no hubieran negros. Tiene características locales, hay un racismo que parte de negar que haya negros argentinos, siempre creemos que son senegaleses, uruguayos, africanos de otros países, etc.” Y, ¿De dónde viene y qué alcances tiene esta concepción? El activista explica que: “El término típico del Foro Intelectual Sudafricano es ‘conciencia negra’, implica saberse perseguido políticamente, excluido socialmente y explotado económicamente. Nos sale más fácil pensarlo cuando vemos alguien del GCBA deteniendo un africano vendiendo medias en Once, que al reparar en a que se parecen más la gente de nuestras villas y los/as privados/as de libertad, por un lado, y los/as políticos/as, catedráticos/as o representantes en los medios de comunicación.”
La cuestión racial representa un tema tabú y su abordaje, hasta desde los sectores progresistas, suele anteponer moralidades y pre-figuración de la diversidad antes que normalidad y aceptación plena. Para el Presidente de DIAFAR esto se manifiesta en como pensamos y hablamos. Por eso explica: “Lo del crimen del pibe Báez Sosa en Gesell, fue todo lo que dijeron, y además un crimen racial. ¿O cuando se comete el asesinato al grito de ‘Te vamos a matar negro de mierda’, qué es lo que están queriendo decir? El anti-racismo es muy incómodo, pero a la larga se convierte en reflexión, y luego en praxis.”
También hablamos sobre la política, como reflejo de todo esto. Para Pita: “La designación de María Fernanda Silva como Embajadora en el Vaticano es una alegría pero una celebración agri-dulce, tiene miles de méritos más que otros varones blancos que la precedieron. ¡El primer embajador allí fue J.B. Alberdi, y hasta ahora es la primera mujer! Yo creo que el feminismo está abriendo puertas y marca caminos, la Ley de Cupo es un paso, pero esto es algo mucho más profundo que matemáticas: cuantos tenés vos, y cuantos yo, porque tenemos que cambiar la cabeza.”
¿Y cuál es la pista para desandar el camino? “Si la tuviera sería más fácil, una punta fue Evo Morales que como aymará y cocacolero que llegó a Presidente de Bolivia y llenó el Congreso de cholas, eso marcó un camino, su destitución, también.”
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