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Construir un proyecto que nos contenga a todes

El Editorial de El Consultorio del Dr Militancio Rodríguez (23/09/20)

Uno de los sentidos de este espacio de formación, es encontrar como se armonizan en nuestros distintos frentes, en nuestros territorios, en nuestras unidades básicas, las distintas vertientes del movimiento. Ahí se imbrican distintos orígenes, porque esa es la naturaleza del movimiento nacional. Cristina lo dijo bien alguna vez en uno de sus discursos “no es de dónde venimos, sino a dónde vamos”.


Y en ese sentido, el tema, es que cuando devienen las tensiones dentro del movimiento, por tal o cual cosa, afloran los preconceptos y los prejuicios desde dónde venimos. Entonces están aquellos que abrevaron en sus primeras movidas políticas, que despertaron a la política, en espacios del progresismo, por ejemplo compañeros y compañeras que despertaron a la política en los tiempos de Alfonsín; otros que se arrimaron desde el progresismo al movimiento nacional cuando descubrieron y reconocieron a Néstor y Cristina. Y después están “los clásicos”, los que ya vienen de la vertiente del movimiento nacional que conocen de sus raíces y conocen de su formulación. Los primeros se casan con las nuevas ideas y los últimos con “la doctrina”. Bueno, ni una ni otra.


El punto es que debemos intercambiarnos experiencias y saberes, con los mejores modos, ya que a cada rato aparece una discusión que enfrenta estas posiciones, que son como ya dije varias veces, complementarias dentro del movimiento nacional y debemos ilustrarnos, con paciencia unos a otras, para ir ordenando esto de pertenecer al movimiento nacional y popular.


Cuando Perón arma su doctrina no la saca de una galera o de un discurso de escritorio o de una reflexión teórica, la mama escuchando a su pueblo, recorriendo en las distintas guarniciones, metiéndose, hablando, conociendo los deseos de su naturaleza. Y entonces al expresar el movimiento metió dentro los pedacitos de cada uno de nosotros y nosotras. Ese es el genio. La dinámica del movimiento, como dijera William Cooke es “el hecho maldito del país burgués”. Porque los incluye a todos y a todas.


Para reconocerse dentro del movimiento les voy a contar una regla que en lo personal utilizo. Cuando desde la izquierda patológica te llaman “facho” y desde el nacionalismo facho te llaman “zurdo” entonces quiere decir que estás en el lugar correcto, porque no te pueden clasificar. Y eso quiere decir que es dinámico, que es capaz de incorporar otras realidades, otros conceptos.

Cuando se produce una doctrina es porque es tan grande el Corpus de ideas que alguien tiene que empezar a sistematizar para ordenar. Y entonces cristaliza esas ideas dinámicas, potentes, en una doctrina. Pero la doctrina no es el momento más alto del pensamiento humano. Por ejemplo, la iglesia cuando hizo el Concilio de Nicea tuvo que excluir “los evangelios apócrifos” declarándolos tales. Cristalizó las ideas y sí, ordenó un poco el “bolonqui” interior, pero produjo innumerables taras que el cristianismo original no tiene: la Inquisición, los dogmas, la burocracia eclesiástica...

La genialidad del movimiento nacional está en la posibilidad de irse apropiando de otros conceptos, de otras realidades y ahí fortaleciendo esta idea. Al punto: el orden, la seguridad en la convivencia, las jerarquías responsables, son valores propios de la Comunidad Organizada, deseados por nuestro Pueblo. Si cada vez que aparece alguno de nuestros emergentes planteando ese tipo de cuestiones se producen fricciones dentro del movimiento, estamos en problemas. La derecha rancia, la derecha miserable, se apropia de esa bandera porque un sector de nosotro/as, por el prejuicio de los últimos años y la derrota formidable de los '70 salen a patalear. Así nunca vamos a reformular nuestras potencialidades en ese aspecto.

Y todo esto deviene por esa confusión de creer que políticas de sector son el contenido de la liberación. No. Son condiciones necesarias, pero no suficientes para la liberación. El camino de la liberación es la soberanía política. Y ¿Qué es la soberanía política? Es, por ejemplo, la integridad territorial: basta de franelear con el embajador inglés, hay que ponerse firme con el reclamo de las Malvinas, hay que ponerse firme como la Antártida y hay que sacar a Lewin del Lago Escondido. Eso es soberanía política, hay que recuperar la hidrovía, los resortes del estado en el control de la operación de la hidrovía. Independencia económica es un Banco Central soberano. Emisión soberana planificada, eso es Independencia económica. Justicia social: Es mejorar las condiciones objetivas de nuestro Pueblo, por ejemplo, el plan de 4000 viviendas que acaba de lanzar el Gobierno. Estos son los ejes de la contradicción principal: Patria o Colonia.

Esa es la contradicción principal; detrás de la contradicción principal vienen todos los otros condimentos de políticas de sector que son condiciones necesarias para la liberación pero no son suficientes. Y en esa contradicción principal tienen que abrevar los sectores que nacieron a la cosa política dentro del posibilismo de la democracia formal y sus alrededores. Tienen que nacer a que la contradicción principal por la cual nosotros podemos construir un proyecto que nos contenga a todos es liberación o dependencia. Y atrás vendrán todas las otras cuestiones: culturales, de género, derechos humanos, de ambientalismo, y derechos laborales...por ahí.

El Consultorio del Dr. Militancio Rodríguez| Miércoles 18 a 20hs

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