Por Daniel Mojica
“Si el pueblo fuera feliz y la Patria grande, ser peronista sería un derecho. En nuestros días, ser peronista es un deber”. (Evita)
No dejemos pasar las señales positivas. Cada uno de nosotros tenemos ideas, propuestas distintas o mejores, o geniales. Pero no estamos en el centro de la cancha evaluando la mejor jugada y a quien darle el pase magistral. Ni siquiera estamos en la cabeza del que tiene la pelota en sus pies. Estamos desde casa sufriendo el partido. Confiemos en el equipo que presentamos para jugar este partido.
Es lo que hacemos desde No Nos Han Vencido. Este partido que nos toca jugar es complicado, porque se sumó un contrincante que no estaba en los planes. Cuando en diciembre votamos a Alberto Fernández y a Cristina Fernández de Kirchner, por el Frente de Todos, esta pandemia no estaba a la vista. Vino a dar vuelta todos los pronósticos, y a replantear, no cuales son los objetivos de fondo, sino cuales son las tácticas. Y las medidas que hay que tomar, precisamente para combatir a este virus, e ir insertando, todas y cada una de las medidas que anunció Alberto el 1 de marzo.
Tenemos que tener en cuenta, y lo tenemos en cuenta desde el programa, y cada uno desde nuestra casa. Que tenemos un enemigo que empezó a atacar a Alberto y a Cristina, desde antes de asumir. Y ahora lo que están tratando de hacer, es dividir ese Frente que tanto costó construir. Pienso que tanto Alberto como Cristina, así como los demás integrantes que forman este Frente de todos, que conduce Alberto Fernández, entendieron que la jugada del enemigo es dividirnos a cualquier precio.
“El capitalismo foráneo, el capitalismo foráneo y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos”. (Evita)
Debemos seguir adelante con la película que estamos construyendo entre todos, y que está dirigiendo Alberto, con la vice dirección de Cristina. Se han dividido muy buen los roles y los están cumpliendo a la perfección. Porque más allá de los ataques, y de las trampas para bobos que van poniendo para ver si alguno pisa el palito y se contradicen públicamente.
Me parece que la clave está en tomar conciencia de nuestros derechos.
“Nunca la oligarquía fue hostil con nadie que pudiera serle útil”. (Evita)
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