“Ni me gustan 50% los chicos, 50% las chicas, ni quiero hacer tríos con todo el mundo, ni estoy confusa, ni tengo que determinar ‘mi acera“, escribió una chica en Twitter el 23 de septiembre cuando se conmemoraba el Día Internacional de la Visibilidad Bisexual. Esta celebración es un día muy poco conocido dentro del calendario, incluso del propio colectivo LGBT+, pero cuenta ya con larga data histórica. Fue manifestado por primera vez en 1999 cuando tres activistas de derechos bisexuales de Estados Unidos (Wendy Curry, Michael Page y Gigi RavenWilbur) iniciaron una campaña de visibilización y reconocimiento. Ese día, Wilbur expresó que, “luego de la rebelión de Stonewall, la comunidad gay y lesbiana ha crecido en fuerza y visibilidad. La comunidad bisexual también creció en fuerza, pero en muchos aspectos estamos todavía invisibles", situación que parece replicarse incluso hasta nuestros días.
En Twitter, el orgullo se hizo BIsible bajo el hashtag #DiaDeLaVisibilidadBisexual en el cual las personas bisexuales reivindicaron su identidad y derribaron mitos relacionados a la confusión que la gente cree que implica una orientación sexual que es tan válida como cualquier otra. La lucha que se da hoy en día es la que insiste en aclarar que la bisexualidad no es una moda, ni una orientación "incompleta" o "indecisa". Puede parecer una estupidez tener que explicar esto en pleno 2018, pero resulta necesario barrer con esos prejuicios porque hay un amplio número de gente que los sigue creyendo y reproduciendo.
La sexóloga mexicana Rinna Riesenfeld en sus investigaciones determinó que no existe una bisexualidad, sino muchas bisexualidades. Unx puede ser bisexual pero tener preferencias respecto al sexo, al género a la hora de relacionarse. O puede sentirse atraidx sólo a una clase de género, o a varios, haber estado solo con hombres o solo con mujeres, y aún así seguir considerándose una persona bisexual. Porque tu identidad no depende de la persona con la que estés en ese momento. Porque hay muchas formas de ser bisexual y ninguna es la forma correcta, sino que todas simplemente son.
En este día no se intenta determinar qué ser y cómo serlo. Sino que se trata de que las personas bisexuales sepan que, sin importar la forma en la que elijan llevar su bisexualidad, su orientación existe, es válida y merece ser escuchada, más allá de las veces que se negó la existencia de este día e incluso de la orientación sexual misma, haciendo sentir a invisible a toda una comunidad.
Poco a poco, la bisexualidad se está haciendo BIsible. Ya sea a partir de algún personaje público que sale del closet, o del tratamiento en las novelas del prime time, se celebra que se le corra el velo a una orientación sexual que suele quedar en el olvido. De esta forma, al ponerle un nombre, al mostrarlo y demostrarlo al público, se logra llevar lo privado a lo masivo, haciendo que la gente empiece a informarse, cuestionarse, construirse y deconstruirse respecto a lo que es ser bisexual.
Así, una mayor BIsibilidad asentaría las bases para las mejoras en la vida pública y privada, haciendo que se tomen acciones que repercutan directamente en la bifobia estructural que aún hoy en día nos sigue azotando, cuando niegan nuestra identidad, cuando la tratan como "una etapa", "una indecisión", o una simple "moda".
Las personas bisexuales no estamos confundidas. Estamos completas y constituidas. Somos una comunidad que existe y resiste.